La situación enquistada del Sahara Occidental requiere de una implicación más firme de la ofrecida hasta ahora por la comunidad internacional y su principal organización multilateral: la ONU. Porque el territorio está bajo su protección legal, porque el pueblo sahararui tiene entidad e identidad propias y porque el procedimiento para la resolución de conflictos políticos de esta naturaleza también está definido: el derecho de autodeterminación