Quito, Ecuador, 25/05/2025 (SPS).- Diversas formaciones políticas, centrales sindicales y organizaciones de derechos humanos declararon, en la capital ecuatoriana, al jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, como “persona non grata”, pues lo señalan como el artífice de la política de felonías cuya finalidad es engañar a los gobiernos latinoamericanos y caribeños, o comprar las conciencias de parlamentarios, periodistas y políticos de la región, prácticas a través de las cuales introducen una versión alejada de la realidad sobre la causa saharaui, a cambio de prebendas de toda clase.
Los movimientos políticos y las organizaciones sociales sostienen que atrás de la suspensión de relaciones diplomáticas entre Ecuador y la República Saharaui (RASD), en octubre del 2024, estuvo el diplomático marroquí y que ahora intentará vender la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental, en abierta contradicción a la legalidad internacional.
Una veintena de fuerzas políticas y sociales, como la Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT), que ostenta la presidencia de turno del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), y la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador (CUBE), se han sumado a la preocupación de la sociedad civil ecuatoriana por la presencia en este país andino del mencionado diplomático marroquí, cuyos vínculos lo acercan al régimen sionista de “Israel”, duramente cuestionado por las organizaciones de derechos humanos, a nivel global, por su responsabilidad en la muerte de decenas de miles de palestinos en la Franja de Gaza, Cisjordania y la Palestina ocupada.
Para la sociedad civil ecuatoriana la tesis marroquí, cuyo portavoz es el mencionado diplomático marroquí, va en contrasentido del derecho internacional, en especial la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales (Resolución 1514) y el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO).
Han señalado, además, que Bourita representa a un Estado ocupante, responsable de graves, permanentes y sistemáticas violaciones de derechos humanos, tanto del pueblo marroquí como del saharaui, en las Zonas Ocupadas.
Por ello, los movimientos políticos y las organizaciones sociales ecuatorianas hicieron público un pronunciamiento en el que censuran y rechazan la presencia de Bourita y lo declaran “persona non grata”.
Esta declaratorio recibió el apoyo de una treintena de asociaciones y comités de amistad y solidaridad con el pueblo saharaui de más de una docena de países latinoamericanos y caribeños.
Bourita arribó a la capital ecuatoriana para asistir a la toma de posesión presidencial, por parte de Daniel Noboa, en medio de una compleja coyuntura nacional.-